jueves, 26 de noviembre de 2009

Fin de semana del 20 de noviembre...

Mi vida sentimental ahora mismo podría decirse que está un poco patas arriba. Este último mes estoy quedando con cuatro chicas cuando apetece y los estudios lo permiten. Cada fin de semana suelo quedar con dos de ellas para lo q viene a ser pasar un buen rato. El fin de semana pasado, saturado de estudiar y de la academia Montero Espinosa, me entraron ganas de quedar con alguna. Da la casualidad que el jueves después de salir del gimnasio, una de mis obsesiones, una de ellas estaba conectada al tuenti.
Esa era Marta, ella vive en mi pueblo, al cual voy los fines de semana generalmente. Marta es morena, de estatura media y para que nos vamos a engañar un poco rellenita. Pero de esas rellenitas q tienen ese punto, los hombres ya sabéis a lo q me refiero, y más cuando llevas desde el domingo pasado sin quedar con nadie. Quedé en ir al pueblo a las 5 de la tarde y recogerla cerca de un bar de allí. El viernes, puntual a mi cita pasé con el coche y la recogí. Con la excusa de poner la calefacción de mi casa la llevé allí, y sin q se diera cuenta cuando nos bajábamos del coche rápidamente cogí un par de condones. Vamos al salón. Una vez allí tras fumarnos unos pitis nos miramos como ya había pasado otras veces y empezamos al lio. Mientras nos metíamos un poco de mano se le escapó un pequeño gemido. Esa es la gran prueba que me da a entender que la niña quiere tema. Tras un rato decido ir al ataque y nos ponemos al tema, lo típico, nada nuevo. Arriba, abajo y al final me pide a perrito. Lo gracioso es que estamos a perrito, de pie, y ella está agachada apoyada en el sillón. Cuando se corre, le falla un brazo y acaba mordiendo el sillón gritando. La voz de Marta, como explicarla, un tanto de pito, incluso irritante cuanto mantienes una conversación con ella. En esos momentos, me ponía malísimo.
Si asumámoslo, nos encanta oír como la tía gime, grita, muerde y araña. Y a ellas también, no entiendo como puede haber mujeres y hombres almohada. Pero es así.
Al rato, otro antes de tener que irse a clase, ya que hace la ESO para adultos.
Nada más dejarla en casa, mi teléfono suena, es Carla, otra amiga íntima. Y queridos amigos aquí termina mi narración de hoy, mañana hay clase y hoy me he liado. Prometo contaros como acaba mi finde, un pequeño adelanto, acabo montándomelo con otra antes del lunes y liándome con otra en una discoteca…
Gracias por seguir leyendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario